Mi Nueva Carrera: Guía Turístico.

A veces, es necesario para pasar el rato con un desconocido para recordar lo divertido que puede ser en tu ciudad.

Jugué guía turístico este noche, con uno de mis amigos mejores (que también es una de las personas más graciosas que conozco). La turísta era una amiga de uno amigo, de Nuevo York. Ella llegó esta mañana en Londres. Obviamente, ella necesitaba un cóctel.

En primer lugar, que la llevó a uno de mis bares favoritos, “The Cellar Door”, que es el más pequeño club nocturno de Londres. Solía ser un baño público y tiene aproximadamente el tamaño de una caja de zapatos. Pero con todos los espejos, se ve tan grande como el interior de una limusina. Me encanta.

Después, cruzamos la puente de Waterloo y tomamos alugonos fotos. No veo el horizonte de Londres con mucho frequencia, y esta bueno para decir <<oooh, ¡mira! Es Big Ben y vivo aquí, al igual que Peter Pan.>> Cuando vivía en Nueva York, que hizo lo mismo cada vez que veía el Empire State Building. Qué tonto. ;-)

Nosotros cenemos en el Riverside de BFI. La comida estaba bien, si no demasiado caros, pero hay una cierta magia para comer al aire libre en la tarde de verano. Hay una cierta magia para comer al aire libre en la tarde de verano. Especialmente en el Banco del Sur de Londres.

Después de la cena, caminamos al otro lado del puente., y vimos a un perfil diferente de la ciudad - lo mismo pero ahora iluminada frente a un cielo oscurecido. Más magia.

Finalmente, terminamos en otro de mis bares favoritos, y hemos introducido nuestro pupilo con una tradición de Londres: una jarra de Pimms que tomamos en un callejón fuera de un bar gay.  Perfecto. 

Estas son las noches que simplemente no encontrará en las guías. Y las noches que te hacen feliz de ser un turista en su ciudad adoptiva.